los cerrojos de mi habitación cada vez son más numerosos y, al mismo tiempo, más inútiles. porque yo no quiero permitir que nadie entre, pero ya nadie quiere entrar. porque quiero encerrar todo lo que tengo entre estas cuatro paredes para no necesitar nada más, a nadie más. porque no quiero volver a dar a nadie la oportunidad de abandonarme.
es muy bonita, pero el suelo está sucio. vamos
, la historia de mi vida.