enredados en metal


otoño


Todo tiene el mismo aspecto, naranja, marrón... Cansancio.
Es como si la vida hubiera ralentizado el ritmo de las cosas y me hubiera dejado en los huesos para sentir el frío en este tedio infinito, en esta canción que nunca acaba. Sí, nada va bien. Y las sensaciones de este otoño son perezosas, miedosas, claustrofóbicas y agotadas.

Siempre pensé que la esperanza era una zorra que no sabía cuando debía irse para dejarnos avanzar, ahora que no la tengo la echo de menos. Al final va a resultar que son verdad los refranes. Por suerte, es de noche, hora de irse a la cama.