Nada es para tanto


El éxito y el descanso; el fracaso y el silencio.

Al otro lado del resultado, del marcador, del índice bursátil, nada cambia. Pasada la cinta roja en la línea de meta, la carretera es la misma. No hay plenitud, solo planicie.

''No te frustres si no lo consigues''. ''Que no se te suba el éxito a la cabeza''. Estrés. Si ganar y perder son como las dos caras, lanza la moneda al aire. Siempre saldrá cansancio, aderezado con alguna emoción pasajera. La subida y la deriva toman direcciones opuestas pero chocan al otro lado del círculo.

Yo digo que todo sea mental. O que ya lo es, admitámoslo. No hay golpe ni corona que desactive la guerra. Sólo impulso hacia el horizonte, eterna lejanía. Eterno imposible. Como el éxito, como el fracaso.

Nada es para tanto.