A veces sueño despierta,
a veces se me olvida la vida.
Tus sandalias de arena
siguen descansando sobre el verano
y hace meses que no sale el sol.
Me imagino otro universo
con colores en el cielo
y olor a medio día en los sueños
donde la comida sea mejor.
Aquí no pasa nada
y, si pasa algo, no me importa.
La vida consciente no existe,
no es necesaria,
yo puedo vivir allí
donde no hay frío en las manos
ni dioptrías ni ese viento imparable
que destruye las amapolas
Hace 12 años
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