Agua infinita y helada...

Voy nadando en el océano de tus ojos, sé que para llegar a la pupila tendré que bucear mucho, hasta llegar a lo mas oscuro, allí donde se que temblaré de miedo. El agua es fría pero comprensiva, es sólo que la de los míos está a mayor temperatura, es igual, por algún extraño motivo en ese mundo místico que mato por conocer voy en bikini, al darme cuenta una risa lejana dentro de mi cabeza hace las veces de soundtrack. Continúo nadando, un brazo, después otro, las piernas no pueden parar y mi cabeza tampoco, me encuentro con un extraño pez que, deduzco, solo existe en tu prodigiosa imaginación, me mira y tuerce la cabeza como un perro confundido, es una imagen extraña. Le saludo pero de mi boca solo salen enormes burbujas de oxígeno rosa, entonces rio y las burbujas siguen saliendo a mayor velocidad, el pececito hace ademán de reír y se marcha. Intento imitar su manera de nadar, tan elegante... Es patético. No se cuantos latidos me he acercado a mi destino, tu interior, y no me importa, solo quiero seguir nadando en ese mundo sin preocupaciones, lleno de sensaciones increíbles... No necesito mucho para escribir, solo perder el miedo y pensar en tí.
Y, como no existes, te invento.
Porque por mucho que digan eres mi musa sin ser nada mío.
Y, como no existes, te invento.
Porque por mucho que digan eres mi musa sin ser nada mío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario