ella tiembla de miedo.
Contención momentánea lo retiene,
teme volver a la primera casilla.
Es tarde, ¡maldita, fugaz visión de
otro ojo humano!
Era la señal, el momento para correr,
tan lejos que los recuerdos no la alcancen.
Los buenos actores fascinan una,...
y millones de veces.
Él,... no era uno de esos. Menos mal.
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