Imágenes utópicas se hacen realidad entre las curvas de mis sesos, y noto un calambre cada vez que me tocas en sueños. Son tus manos, tus brazos, tú... todo en ellos es perfecto y se hace imposible no caer en la tentación de mantener los ojos cerrados, los párpados en silencio, quietos... A veces me alcanza la locura y, por un momento, creo que los abriré y será realidad al otro lado de mi piel aquello que es real en mi cerebro. No es mucho, no es nada... pero a mi imaginación le gusta mezclarse con recuerdos para crear los cuadros más realistas y afilados que, como agujas se me clavan y me voy haciendo adicta a esa sustancia que es pensarte.
Abrir los ojos para ver el mundo... cerrarlos para verte a ti.
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