Principios de diciembre, y bajamos a la playa.
Nos quitamos los zapatos y los calcetines donde termina el camino de madera, y pisamos descalzos la arena fría. Avanzamos hundiendo los pies hacia el agua pero, cuando llegamos a la zona cubierta de pequeñas piedras y conchas, saltamos intentando evitarlas, hasta llegar a la parte húmeda, donde el vaivén del mar bombea olas sobre la tierra.
Cogemos unos cuantos cantos y los lanzamos con todas nuestras fuerzas para que se hundan lo más lejos posible, son como... como infinitas personitas que van a parar a perderse en el fondo del océano. Así de rápido, así de simple, a nuestro antojo.
1 comentario:
niniaaaa invitablemente toy enganxa a tu blog aki to los dias metidaaaa jaja es tu culpa por cierto..."Cogemos unas cuantos cantos " no ves algo raro en esa frase?? sii el articulo jajaja bsss wapaaa.
****vale****
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