La buena vida ...

Su pelo, larguísimo, desparramado sobre la almohada,
inexplicablemente seguía sonando áquel disco de blues,
aún tenían horas, era pronto para pensar en el final,
para despedirse faltaban aún mil besos, quizás mil uno,
sobre la mesa; películas, poesía, bacardi, chocolate.



Solo existía 'allí', solo existía 'entonces'.

y París arde.......esta noche llegaremos tarde

Lista para la función, de nuevo la mala disfrazada de hada, vestida para la fiesta de un mundo que aborrece celebrar, sonreir mientras por dentro siente asco, asco, asco; máscara de pestañas, alcohol, música y tabaco,
le ofrecen olvidarlo todo por un rato.
Sonrisas de papel y plástico de amistad
.
.
Puta falsa felicidad

I... hate what you're putting me through

¿Intentando volver a mi vida? ¿Aquí, de donde tanto me costó echarte?
Tal vez debiera negarme.
Tal vez debiera gritarte.
Tal vez debiera olvidarme.
Tal vez debiera colgarte.
Tal vez debiera marcharme.
Tal vez debiera...

Pero no es eso lo que quiero hacer.
Malditos impulsos...

Sensaciones...

Volver a nadar en ese océano infinito y helado... buceando sin necesidad de oxígeno, sin hambre, sin sueño, cada milímetro dentro, vacío de cansancio y lleno de ganas, cada centímetro de piel obedeciéndose a sí mismo, mientras las voces de la razón se apagan lentamente.
El agua en que me sumergí hace siglos se enfría y oscurece paulatinamente a mi alrededor conforme me acerco a mi destino, que mi cabeza no conoce, pero mi cuerpo sí. Llevo horas nadando y, aunque no estoy cansada, el aburrimiento existe en este mundo y me dedico a jugar con las burbujas que mágicamente salen de mi boca en el lugar de la risa o las palabras, como si mis pulmones fuesen un pozo inmenso de aire; una, otra y otra... El agua se enfría mucho más, y más rápidamente...
-
como si algo estuviera a punto de empezar, pero no es eso que espero, no es nada que haya vivido antes...
es ..
como una nueva estación, imposible de imaginar.

Un dia de estos,... Eer, ¿ Vuelves ? ...

Aunque,... aunque solo sea para enredarme el pelo con las manos...
para reirnos sin motivo, pensar en nada...

para mirarme con esos ojos geniales, mudos,


, que me encantan.

Verano otoño primavera invierno

Y me acuerdo de todo.

Horas, días, semanas, meses,... Colecciones de ropa, estaciones, trimestres, cursos, vacaciones, borracheras, besos,... más besos, historias a recordar, agua, nieve, sol, golpes, juegos, gente que ha entrado, (alguno perdido) peleas, risas, cigarros, abrazos, viajes, noches, insomnio, canciones, 3AM, 4AM, 5AM,... geniales, todos, vosotros.


no quiero que acabe.

Pero ahora solo quiero hacerte daño

No estuviste cuando te escribí,

y ahora solo quiero hacerte daño.



Clavarte de vuelta todos los recuerdos que estas cuatro paredes me devolvieron, mientras tu olor se va desvaneciendo de la ropa que llevábamos



Ordenar este desastre que dejaste y, tras un par de amaneceres, ya no encontrar pequeñeces que me recuerden cada momento...

La única manera que se me ocurre

Hacía frío, frío del que cala hasta los huesos y hace daño en la garganta al respirar, pero no podía ni tan siquiera sentirlo, no... Solo existían la carretera, las farolas, el arcén y un par de cigarros, y de vez en cuando las luces de algún coche, que lo iluminaban todo por un par de segundos y molestaban a sus ojos, reacios a ver el mundo. El frío y lo inhóspito del lugar no eran nada, el mundo alrededor no era nada, solamente podía sentir el aroma del tabaco en la boca, el humo saliendo de sus pulmones lentamente, y algo parecido a un palpitar en la cabeza que trataba de ignorar, pero nunca había sido capaz de dejar la mente en blanco ni por un solo segundo... no había nada más, nadie más.

Tal vez era peligroso estar allí, tal vez era hora de volver a casa, tal vez...

¿Tal vez? ¿Qué importaban los 'tal vez'? ¿Qué sentido tenía todo aquello? Era estúpido, y la prudencia solo una costumbre que entonces no tenía peso alguno, todas esas cosas que solía pensar cuando se encontraba sin ninguna compañía y a ciertas horas de la noche, en aquél momento ni cruzaban entre sus pensamientos, era un momento de sensaciones en que aquella voz que hablaba por su parte racional estaba afónica. Por su cabeza no pasaba ni un ápice de miedo, ni la idea de largarse de allí aunque pasaran conductores borrachos gritando memeces por su lado a cada rato, simplemente no había cabida para tanto e, inconscientemente, trataba de inundarse de humo para que se esfumaran los problemas, pero el solo hecho de estar fumando significaba admitir que lo necesitaba, y que el necesitarlo era por algún motivo...

Cuando cayó la primera gota de lluvia sobre el último cigarro se dio cuenta de que tendría que volver al mundo real, donde hay que afrontarlo todo y, ese momento, el de despertar de aquél absurdo letargo de un par de horas, fue el peor.

Frío y soledad, casi nada de luz. Todo chocó con su conciencia de golpe.

Al levantarse sintió más gotas heladas caer sobre ella y el frío alcanzar cada rincón de su cuerpo. La oscuridad hizo gritar aquella voz en su cabeza que le recordaba que existía el miedo, miró a su alrededor y buscó el camino que las farolas dibujaban y... agradecida por conservar aquél infantil miedo, no pensó durante un rato, hasta llegar a la última, a casa, y apagar la luz.

Leaving

Palabras..
que no dicen nada, gritando mientras tu atención, callada, descifra que no sientes si me oyes hablar, es solo el eco de un recuerdo en tu conciencia. Ya nada es tan especial, ni tan siquiera tus... mis... nuestras...
palabras.