Solo la risa interrumpía nuestras voces desafinar,
cantando lo más alto que nos permitían nuestras cuerdas vocales llegar.
Tal vez fue el entusiasmo de la película, la música, la velocidad,...
No sé, pero nunca fue tan genial conocer la letra de una canción.
Solamente gritar y reír, reír y gritar... cabezas locas, os quiero.
Tal vez éramos solo nosotras, las cuatro... bueno, las cinco de siempre, tan... perfecto como siempre.
1 comentario:
:)
Publicar un comentario