
En la noria de mi habitación

Últimos segundos frente al espejo
Una gruesa capa de maquillaje cubría las señales de la adolescencia y el carmín en los labios le daba aire de mujer fatal, demasiado rimmel quizá, quizá demasiado poco, el caso es que había conseguido la imagen que ansiaba, aunque la niña debajo de la pintura miraba con recelo, le repugnaba lo que veía... La del espejo, que le devolvía una mirada descarada, no parecía para nada extrañada, sino contenta y segura de si misma, esa era la persona que iba a salir al mundo protegiendo a la de debajo, como un armazón de belleza que evitaría muchos golpes a la criatura que cubría, la cual había decidido cambiar definitivamente la timidez por el descaro y la inocencia por una prepotencia que, esperaba, todos encontrarían intimidante.
Estaba incómoda, nerviosa, sabía que desde ese día su vida se convertiría en una película constante, había creado al personaje perfecto y sabía que podría interpretarlo a la perfección, nunca volvería a ser ella misma, no, sería mejor. Había conformado a una nueva persona fascinante y, lo más importante, hermosa, tanto que nadie se resistiría a acercarse a ella.
Nada de aquello en lo que iba a convertirse le gustaba, y no tenía nada que ver con su auténtica forma de ser, sin embargo sabía perfectamente que aquel era el prototipo que a todos atraía, por algún motivo que no alcanzaba a entender. Se preguntó a si misma por última vez si estaba segura de lo que iba a hacer, y se contestó, también por ultima vez, un sí forzado.
Se puso los tacones, se miró de nuevo en el espejo, estaba preciosa y lo sabía... Salió, saludó, habló, rió, contestó, enamoró, alucinó, destacó... actuó... actuó... el carmín le duro poco y la ropa mucho menos.
Siguió actuando...
Quiiiiieta, muy quieta
Llueve...
sigue lloviendo, cae agua helada del cielo y el ambiente es tan frío que me congelo, no puedo seguir caminando, un paso más y siento, se que me romperé en mil pedazos que quedarán esparcidos por la calle hasta fundirse con el agua de los charcos.
La estrategia de ese momento es quedarse quieto a escuchar el silencio por si encuentro algo que me distraiga, sin intentar seguir adelante ni pensar, no, por Dios, pensar no quiero. Tal vez así, parada, quieta en el medio de la calle mientras sigue cayendo agua a mi alrededor, encuentre alguna respuesta absurda a mi eterna pregunta estúpida; ¿Por qué?
Durante un tiempo fue válida, o al menos relajante, la respuesta de no contestarla, de decirme a mi misma que no hay que pensar en eso, no, pensar no quiero.
Pero el agua sigue cayendo, y cada gota hace un sonido inocentemente diferente a las demás al chocar contra el suelo, y cada una evoca en mi cabeza la idea de una vida que acaba así... con un 'clok' sobre un charco o contra la acera gris, sin más sentido que ese; salir de algún lugar muy lejano a mi cabeza y caer, solo caer, sin que nada ni nadie pueda cambiarlo, son como millones de personas de vida demasiado corta.
Ya estoy pensando otra vez, es un no parar, pero cesa un momento para dejarme sentir en los dedos el agua cayendo sobre ellos y luego resbalando por la mano hasta caer de nuevo... Por mi nariz se desliza otra gota, esta fría, demasiado, no me importa, mi mente ha cesado, me hace cosquillas, pero de esas que no hacen reír, me encanta... no pienso, es el paraíso por un momento.
***
No llueve, hace sol... Estamos en Marzo y el calor comienza a ser insoportable pero el mundo sigue adelante, por algún motivo quieren sacarte de aquí y me niego, no... nunca.
amor con hora de caducidad
¿Es que nadie puede ver lo que yo veo?
Ni tocar la luz de sus ojos
o ver el aroma que desprenden sus pensamientos
Es como perderse en un mundo ajeno
de algodón y terciopelo...
Surge un hilo musical, todo tiene sentido, deseos
deseos de perderme una noche en su perfume y
sus ojos
verdes
quietos.
Ser todo por un momento, ser nada,
seremos nada despues de unas horas y mil besos,
cuando el amor se esfume
Todo todo todo todo todo
Noches de viento
Son momentos mágicos.
Y si a estos momentos sumamos una balada de hilo musical, una canción tal vez sobre corazones rotos o personas con ansias de vivir, una música que vaya infiltrándose en nuestra mente e inundando nuestros sentidos... hasta que llega un momento en el que la melodía se funde con el movimiento de los árboles provocado por el viento. Al final es todo como un ecualizador natural y perfecto.
Son noches de viento.
- Fiuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu, fiuuuuuuuuuuu... - Dice el viento,
y es como una nana que nos canta a todos los que queramos escucharla.
Vasos de agua en soledad

El jazz de mis latidos como banda sonora
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Mírame... pero mírame de verdad.
tentación más que irresistible tu mirada
disfrazada verde de agua,
precipicio al que temo asomarme más que a nada.
Pero mírame.
Lechos de musgo rodean
el pozo inexpugnable de tu pupila temblorosa
que brilla con su luz propia
sobre la aurora boreal.
Pero mírame.
Deseo de vida, ansioso,
fuegos artificiales veo en tus ojos
son susurro de inspiración en los míos
son una música tan dulce que hace temblar mi oído.
Mírame y, aunque sea por un instante
mírame a los ojos.
Sueño insólito... tal vez realidad.
Entonces el gusano desaparece, ella camina por una solitaria calle de una ciudad que en mi imaginación es Nueva York, letreros enormes, publicidad, un extraño vendedor de palomitas gritando a pleno pulmón a nadie, porque nadie le escuchaba, ni siquiera ella, que parecía muy decidida a llegar a algún sitio por aquella amplia calle que parecía terminar en el horizonte, o tal vez más alla. Entonces la gran avenida se hace más y más pequeña por momentos, se convierte en una simple calle torremolinense, casi pueblerina, cuyo final es un muro insípido que la asusta. Se gira violentamente y encuentra, donde antes había una enorme calle, húmeda y preciosa, ahora hay una empinada cuesta a un lugar que su vista no alcanza a ver. Siente el peligro, la duda, la soledad, ansias de salir de allí, de subir y seguir subiendo para ver lo que hay arriba, se pregunta si podrá alcanzarlo... Un reloj de arena aparece a sus espaldas, la persigue... tan increíble como cierto, el tiempo apremia hasta para los niños, ya no sólo el futuro, sino el pasado de un tiempo a esta parte es como una constante toma de decisiones demasiado complicadas para su edad. No hay decisión correcta.
Todo desaparece, la calle, el reloj, la niña, todo. Vuelve el gusano que trepa en el vacío que lentamente se convierte de nuevo en su espalda, alcanza su cuello, ella no se sobresalta. El gusano alcanza su oreja, ella vive el momento entre desagradable y placentero, siente algo, por un momento sólo siente, sin pensar. El gusano susurra en su oido; uiere a quien te quiera, no a quien te ilusione.
- ¿Y ESO QUÉ COÑO SIGNIFICA?
Sabe muy bien lo que significa, pero no sabe si es lo que debe hacer. Sin ilusión,... ¿es mejor arriesgarse al desamor o darse a quien te quiere sin quererlo?
Días de sol
Enamorada del amor... profundamente
Somos tan predecibles, todos, bueno no todos... Cuando creía que en el mundo no había una sola persona que entendiera el amor como yo, cuando creía que iba a tener que adaptarme (más) a las reglas impuestas, cuando me sentía como inmersa en un constante largometraje absurdo e imposible de frenar,... Entonces vi que hay mas personas como yo, solo entonces me di cuenta del error que llevaba cometiendo demasiado tiempo ¿Cómo pude ser tan estúpida de creer que nadie más se daba cuenta de que las cosas no son asi? ¿Tan egoístas son los demás en realidad? Te quiero, te quiero, blablabla, es la frase hecha más usada de la historia y temo que pronto se convertirá en una simple muletilla.
No. Para mi (siempre digo para mi, tal vez por no imponer mi opinión, ya que esta es la única idea que tengo mínimamente clara) el amor es amor de verdad, es ser libre y disfrutar de amarlo todo, a la vida con la otra persona, sea él, sea ella, sean ellos. ¿Como imponer, después de decir 'te quiero', a esa persona que no disfrute plenamente de su vida? ¿Qué queremos, que alguien entregue su todo por uno mismo? Eso es algo que tambíen me he preguntado tantas veces...
Durante mi etapa de letargo adolescente, que muchos llaman 'madurez', pensaba; <
Por eso ahora creo que estoy enamorada de la vida, del amor, y es el amante menos generoso que hay, pero me hace sentir viva. Enamorada de las letras, de las gilipolleces que escribo, de las esquinas de las ciudades, del mundo que quiero recorrer algún día, de todo.
Amanecer de los corazones rotos

Tras apartar las mantas y poner los pies sobre el suelo es cuando te das cuenta de que es Enero y no llevas calcetines. Los días son fríos aunque haga sol y lo son desde muy temprano, antes de desperte sabes lo duro que va a ser seguir caminando y lo sabes porque la noche anterior te has acostado con una horrible sensación de desasosiego que se traduce de mañana en una sequedad de boca que ni el más fuerte de los enjuagues bucales consigue hacer desaparecer.
La nevera esta llena pero nada apetece y la ropa sigue ordenada en el armario, era incómodo pero era mejor verla sobre el suelo, tras haberla dejado caer sobre él precipitadamente, sin pensarlo dos veces, sin pensarlo una vez... la pasión se echa de menos en cuanto desaparece. En extrañar el amor se tarda más pero se hace más intensamente.
Y a veces lo único que apetece es tumbarse sobre el frío mármol de un suelo gris y no pensar, y cuando aparezca la carne de gallina, entonces al menos por un rato eso mantendra ocupados a los traviesos pensamientos que solo quieren volver a ti para hacerme daño.
Y es que a veces es mejor usar menos el cerebro y mas el cuerpo para decidir.
Amante de los puntos suspensivos

¿No es una delicia escribir tres puntos cuando no hay más argumentos? Yo los admiro, los considero el mejor invento de la historia. Cuando no sabes que decir o que hacer, cuando tienes serias dudas de si lo que estás diciendo suena muy estúpido pero no se te ocurre manera de arreglarlo, cuando estás enamorado, cuando estás arrepentido, cuando tienes miedo de que la respuesta equivocada acabe de escapar tus labios, cuando no sabes como terminar una historia pero tienes que hacerlo rápido.
Y hoy tengo tantas ansias de escribir que las palabras que escriben mis dedos en este viejo teclado pueden no tener mucho sentido, pero estoy tan segura de que necesito dejarlas salir... ¿Véis? Ahí estan otra vez, como salvavidas del escritor frustrado, del que ingenuamente cree que algún día llegará a serlo, son una tentación imprescincible y un error si usados excesivamente. Tengo mucho que aprender y poco que decir por ahora.
¿Mini placer es el placer de las pequeñas cosas?

El placer de las pequeñas cosas, ah, si, como despertarse sin calcetines en un día frío y pisar una mullida alfombra de colores, como tener un día de vacaciones en el que no pensar en ninguna horrible obligación, como ver una película que te inunde de pensamientos positivos como que, puede que no hoy ni mañana, pero algún día conseguirás lo que quieres...
Como saber, por una vez en la vida, lo que quieres. Y saber también si saberlo servirá de algo porque hay alguna posibilidad de que se haga realidad.
No es mi mejor día, pero como dije al principio, nadie va a juzgar porque nadie va a leer.
Nadie con mucho que hacer y cero ganas.