Quiiiiieta, muy quieta


Llueve...

sigue lloviendo, cae agua helada del cielo y el ambiente es tan frío que me congelo, no puedo seguir caminando, un paso más y siento, se que me romperé en mil pedazos que quedarán esparcidos por la calle hasta fundirse con el agua de los charcos.

La estrategia de ese momento es quedarse quieto a escuchar el silencio por si encuentro algo que me distraiga, sin intentar seguir adelante ni pensar, no, por Dios, pensar no quiero. Tal vez así, parada, quieta en el medio de la calle mientras sigue cayendo agua a mi alrededor, encuentre alguna respuesta absurda a mi eterna pregunta estúpida;
¿Por qué?

Durante un tiempo fue válida, o al menos relajante, la respuesta de no contestarla, de decirme a mi misma que no hay que pensar en eso, no, pensar no quiero.

Pero el agua sigue cayendo, y cada gota hace un sonido inocentemente diferente a las demás al chocar contra el suelo, y cada una evoca en mi cabeza la idea de una vida que acaba así... con un 'clok' sobre un charco o contra la acera gris, sin más sentido que ese; salir de algún lugar muy lejano a mi cabeza y caer, solo caer, sin que nada ni nadie pueda cambiarlo, son como millones de personas de vida demasiado corta.

Ya estoy pensando otra vez, es un no parar, pero cesa un momento para dejarme sentir en los dedos el agua cayendo sobre ellos y luego resbalando por la mano hasta caer de nuevo... Por mi nariz se desliza otra gota, esta fría, demasiado, no me importa, mi mente ha cesado, me hace cosquillas, pero de esas que no hacen reír, me encanta... no pienso, es el paraíso por un momento.

***


No llueve, hace sol... Estamos en Marzo y el calor comienza a ser insoportable pero el mundo sigue adelante, por algún motivo quieren sacarte de aquí y me niego, no... nunca.

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